EL TRABAJO NUNCA SE REGALA

Especial para los colegas contadores:

Primero que nada, es necesario prevenir antes que lamentar, no tener miedo a decir que no a una venta si se sabe que el cliente es reacio a pagar, ya sea respetar acuerdos  o liquidar sus deudas, esto por cuanto se sabe que será un dolor de cabeza al momento de cobrarle por los servicios. Es mejor decir no, antes de empezar a trabajar. Esto le va a evitar mucha angustia en el futuro.

Si hay un acuerdo de pagos se debe estar atento apenas un pago se atrase de la fecha, para actuar, lo mejor y más eficaz es apersonarse a su oficina, la reunión cara a cara, ya que los email y las llamadas, con clientes difíciles lo único que pueden conseguir es que te desgastes, te afecte la salud ya que serán ignorados.

Si hay problemas de cobro es recomendable confeccionar un documento donde quede constancia, bien detallada del trabajo realizado, las condiciones  y los plazos, para demostrar que la parte de uno ha sido cumplida, de esta manera el cliente siente que además de que tiene una deuda financiera, tiene una deuda ETICA Y MORAL, además que muestras la voluntad de querer resolver el impasse en una forma diplomática.

Por otro lado, si el trabajo se está realizando y hay acuerdos de pago y estos se atrasan, lo mejor es apagar la computadora hasta normalizar la situación, el punto es que no se puede hacer “CHOCOLATE SIN CACAO”, en los buenos negocios tiene que haber un principio de equidad, muy probablemente el cliente se enfadará, gritará y hasta te amenazará, pero es el momento donde se debe mostrar decisión, EL TRABAJO NUNCA SE REGALA.

No se debe dejar de lado la cordialidad, en algunos casos algo inteligente es ayudarle al cliente a que te pague, dígale por ejemplo “hay algo que yo pueda hacer, adicionalmente para normalizar la situación? y si es posible, ayudarle es realmente inteligente.

Y ¿qué pasa si el cliente se niega a pagar? A veces debemos lidiar con clientes que se niegan a pagar un trabajo cuyo resultado no les satisface. Si no se tiene contrato firmado se debe explicar con un informe bien detallado, que deje claro que trabajo es trabajo y que el TRABAJO NUNCA SE REGALA, aunque no sea del gusto de cliente, no implica que esté mal hecho o que no se hayan invertido horas, noches, días y recursos para su realización.

El peor de los escenarios es cuando los clientes se desaparecen del mapa, no contestan e-mails, ni llamadas, que te den una cita es difícil porque siempre estarán en reuniones, donde apelar a la caballerosidad o ética es inútil. La única vía es contratar un abogado para que se ocupe del problema, sin toda la carga afectiva y el desgaste que ya seguramente te ha pasado la factura, claro tener en cuenta que va a ser un proceso lento y costoso, que debe utilizase donde las cifras son relativamente importante o donde este en tela de duda nuestra reputación.

En deudas por montos pequeños no vale la pena y para bien o mal, tenlo por seguro que ganaste con la mala experiencia,  la cual será la mejor lección en tus futuras negociaciones.

Jorge Gutiérrez

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